¿La inmigración ayuda o perjudica a la economía canadiense? En el evento Perspectivas Económicas 2025, organizado por la Universidad Wilfrid Laurier, los expertos ofrecieron respuestas claras y datos.
Abordaron la escasez de mano de obra, los salarios, el precio de la vivienda y los estudiantes internacionales, mostrando cómo los recién llegados son esenciales para el futuro de Canadá. Esto es lo que significa para usted.
El informe Perspectivas Económicas 2025 de la Escuela Lazaridis de la Universidad Wilfrid Laurier subraya la magnitud del reto. Canadá se enfrenta a importantes cambios demográficos, con la jubilación de la generación del baby boom dejando tras de sí más de un millón de vacantes de empleo. La inmigración no sólo es útil, sino necesaria para mantener la estabilidad y el crecimiento económicos.
De hecho, Canadá fue el primer país del G7 en crecimiento del empleo en 2023 (+2,4%) y prevé un crecimiento del empleo del 1,4% en 2025. Sin embargo, la tasa de desempleo todavía rondaba el 6,7% a principios de 2025, con algunas regiones como Ontario registrando niveles superiores a la media. Los inmigrantes, sobre todo los trabajadores cualificados y los estudiantes, están ayudando a paliar las carencias en sanidad, construcción y tecnología.
El Gobierno federal tiene previsto acoger a 395.000 residentes permanentes en 2025, que se reducirán gradualmente a 365.000 en 2027. Sin esta afluencia constante, la escasez de mano de obra podría agravarse en todas las provincias.
Contrariamente a la creencia popular, la inmigración no es la principal causa del encarecimiento de la vivienda. Los expertos de la Escuela Lazaridis citaron la afluencia de inversiones y los problemas de oferta como factores más influyentes que el crecimiento demográfico de los recién llegados.
Esto es importante para la percepción pública, culpar a los inmigrantes desvía la atención de las causas reales y retrasa las soluciones reales en materia de vivienda. Incluso con las reducciones de inmigración previstas, se prevé que Canadá se enfrente a un déficit de vivienda de 658.000 unidades para 2030. Mientras que la construcción de viviendas de alquiler sigue siendo fuerte, la Corporación Hipotecaria y de la Vivienda de Canadá observa una desaceleración en el desarrollo de condominios.
A menudo se malinterpreta a los estudiantes internacionales. Los datos muestran que contribuyen significativamente a los ingresos por matrículas y a las economías locales, sin competir fuertemente en el mercado laboral.
Los panelistas subrayaron que son un activo clave, especialmente cuando se quedan y hacen la transición a la residencia permanente, aportando educación, juventud y adaptabilidad. Además, la mayoría de los estudiantes internacionales no aceptan empleos que compitan directamente con los trabajadores nacionales. Su impacto es económico, no perturbador.
Para los inmigrantes que están en Canadá o vienen a este país, este análisis ofrece claridad. El mercado laboral sigue estando a su favor, sobre todo si aportan cualificaciones demandadas o ya están trabajando o estudiando aquí.
Sin embargo, sigue habiendo retos. Los inmigrantes recientes se enfrentan a tasas de desempleo que casi duplican las de los nacidos en Canadá, sobre todo en las grandes ciudades como Toronto. Y sólo una cuarta parte de ellos trabaja en oficios o en la construcción, a pesar de la escasez nacional en esos campos.
No se desanime por los debates políticos. Las perspectivas económicas de Canadá confirman que el país necesita y valora sus aportaciones.
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